Si en el último post te hablé de la vida,
hoy será la muerte el protagonista. La muerte
del Gran Amor de un gran amigo mío, ambos varones,
ambos enamorados, el uno del otro
durante más de 28 años.
El andaluz y el holandés, Antonio y Justo.
Veinteocho años de amor que ayer llegaron a su fin,
cuando Antonio perdió su lucha contra el cáncer
y dejó a Justo.
No solo. Afortunadamente, no solo.
Está rodeado por su familia y por todos sus amigos.
Justo tiene un gran
corazón, es -- en todos los sentidos GRANDE -- tanto que,
hoy, el hecho de verle tan triste, tan herido me daba aún
más ganas de consolarlo, de envolverle en mis brazos
(que no son capaces de hacerlo del todo) y afirmarle que
todo saldrá bien.
Y que este momento de pura angustia
y pérdida también pasará. La paz volverá, la calma...
como plácidas olas acariciendo la orilla ... donde un Señor -
Rey de la Vida y de la Muerte - espera a su amado Antonio ...
y cuando le toque a Justo, a él también. Alli, en la orilla.
Lo dice una de mis historias favoritas del Libro Mágico de mi
Maestro ... donde, en el "Relato del Amado" nos cuenta como
Jesús - vivo, tras su cruel ejecución - le esperaba a Pedro.
Allí en la orilla del mar, el desayuno listo, esperando con
los brazos abiertos a Su amigo, a aquel que días antes
y pérdida también pasará. La paz volverá, la calma...
como plácidas olas acariciendo la orilla ... donde un Señor -
Rey de la Vida y de la Muerte - espera a su amado Antonio ...
y cuando le toque a Justo, a él también. Alli, en la orilla.
Lo dice una de mis historias favoritas del Libro Mágico de mi
Maestro ... donde, en el "Relato del Amado" nos cuenta como
Jesús - vivo, tras su cruel ejecución - le esperaba a Pedro.
Allí en la orilla del mar, el desayuno listo, esperando con
los brazos abiertos a Su amigo, a aquel que días antes
negaba siquiera conocerle.
Pero esta tarde no era el momento
Pero esta tarde no era el momento
para contar todo esto a mi amigo Justo. Su dolor
era tan grande que, para mi, era un inmenso privilegio simplemente
poder estar con él, compartir ese dolor y ofrecerle mi abrazo
y mis besos.
Muchas cosas rondan por mi cabeza esta noche.
Pienso, entre lágrimas, en el bellísimo poema de W.H. Auden
que se reproduce aquí en el vídeo.
Pero más allá de todas las cosas, pienso...
en el Desayuno en la Orilla,
en la bienvenida de un Dios que nos ama (a pesar de todo)
era tan grande que, para mi, era un inmenso privilegio simplemente
poder estar con él, compartir ese dolor y ofrecerle mi abrazo
y mis besos.
Muchas cosas rondan por mi cabeza esta noche.
Pienso, entre lágrimas, en el bellísimo poema de W.H. Auden
que se reproduce aquí en el vídeo.
Pero más allá de todas las cosas, pienso...
en el Desayuno en la Orilla,
en la bienvenida de un Dios que nos ama (a pesar de todo)
y con un gran gozo inmesurable nos dice a cada uno:
Siéntate mi querida/o hija/o.
Te he estado esperando...
Vídeo: I Can Only Imagine
Vídeo: Miracle Maker
Siéntate mi querida/o hija/o.
Te he estado esperando...
Vídeo: I Can Only Imagine
Vídeo: Miracle Maker
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