Los primeros serán los últimos...

En El Libro Mágico de mi Maestro hay una promesa muy sugerente, una profecía de justicia que revolucionaría el mundo tal y como lo conocemos, con sus "Primeros Mundos", y los suburbios del "Tercero".

Nos advierte de una manera sobria que es sabio recordar que "los primeros serán los últimos, y los últimos: los primeros."

Entonces, ¿en qué hemos de gloriarnos por pertenecer al club del (autodenomidado) "Primero Mundo"? Según estas palabras de Jesucristo, llamarnos de esta manera sería más bien una condenación, hasta una maldición, ¿no?

Por lo menos en el reino que Él nos describe, un lugar donde todo va al revés, los ricos son pobres, y los pobres están "forrados". Es un país (cuyo ciudadano soy) en el que los humildes triunfan sobre los prepotentes, y los débiles vencen al final a sus poderosos perseguidores.

Con todo esto dicho, decirte que estamos a punto de tener en nuestros cines una nueva película - de un director beninés - que nos propone una fantástica e inédita trama. Imagínate que el rumbo del mundo, el cambio climático y otros factores contribuyan a que una África del año 2033, unida en los Estados Unidos de África llegue a ser la nueva potencia mundial, mientras que oleadas de personas de raza blanca hagan todo lo posible para huir de la miseria en una Europa rota y en ruinas económica y moralmente.

Comenta La Vanguardia de Barcelona hoy: "El director Sylvestre Amoussou logra transmitir la dureza de los prejuicios racistas que hoy reciben los subsaharianos en Europa. [En su filme]conductores de taxis o camiones de reparto, basureros, asistentas del hogar... Todos ellos tienen la piel clara e intentan abrirse paso en un país cualquiera de los Estados Unidos de África. En menos de treinta años, el Viejo Continente sucumbe ante el derroche y la falta de previsión económica, y su población se ve sumida en el paro, carece de los recursos mínimos y de poder adquisitivo, mientras que al otro lado del estrecho de Gibraltar, o frente a las islas Canarias, la próspera y desarrollada África crece gracias a la unión económica de los estados que la forman. Las largas colas de potenciales inmigrantes desesperados cambian de color: ahora son los blancos los que suplican un visado mostrando sus calificaciones..."

Esto es lo que nos propone "Africa Paradis".

La idea me encanta. Para mí (y ya lo sé, para muchos de mis amigos de nuestra peña aquí), esta peli será un "must". Vuelvo a repetir ... pensando en mi cuñado africano (de Mali), marido de mi hermana Michelle en Seattle, las palabras de John Lennon:

You may say I'm a Dreamer, but I'm not the only one!