El mensaje secreto de El Koala

Conocerás una cultura por los poetas que celebra. Son el espejo de su alma y lo que cantan refleja los deseos ocultos que llevamos dentro.

Estos días, la muerte y entierro de Rocío Jurado me ha hecho reflexionar sobre el significado de los actuales trobadores que captan nuestra atención. ¿Qué dicen sus canciones sobre nosotros? ¿Cuáles son los mensajes que albergan, entrelíneas?

Por ejemplo, El Koala. Es curioso ver cómo un señor supuestamente humilde nos cautiva entonando la letra de su "rock rústico" Opá, yo vi acé un corrá. Logra "conectar" con una sociedad que se considera a si misma cada vez más sofisticada, informada y poderosa. Y sin embargo, su sencilla letra que reza...

Que sepas que opa, yo voy a hacer un corral, pa echar gallinas, y pa echar mininos, opa yo voy a hacer un corral, con tu “permizo” hago un corralillo

...trae una sonrisa inocente a la cara del ejecutivo más urbano y "serio" del país.



Por no hablar de la famosísima "Laura" de la campaña publicitaria más comentada de España (¿Quién se resiste hablar de ella?).

La presente "Generación MTV" posmoderna, acostumbrada a la gratificación instantánea ("I want my MTV!") se rie cuando insiste el grupo musical "Happiness" en que "amar es saber esperar, es saber esperar, es saber esperaaaaarrrr...." ¿Para qué esperar, cuando todo (pero casi todo), hoy por hoy, es alcanzable con un solo clic, en un "plis"?

La paródia es evidente en la España próspera y tecnológica del año 2006. Los cantantes de "Amo a Laura" nos parecen extraterrestres recién llegados de la Luna, están fuera de la onda de nuestra realidad, con la libertad que nos ofrece y las mil opciones que nos brinda. Cientos de yogures, decenas de posibles amantes. La vita è bella, no?

Pero, tengo mis dudas. ¿Puede que también les envidiemos al Koala y su amiga Laura (aunque sea sólo un pelín, durante un milisegundo)? Yo no cambiaría mi vida en Barcelona por la del "corrá", pero (y te pregunto a ti), ¿hay algo entrelíneas que anhelamos cuando escuchamos

Hagamos juntos, este crucigrama, aplacemos lo otro para mañana ... ?

No será real, ese mundo imaginario y tan libre de las complicaciones de los Iraq, de los chapapotes, de nuestras vidas tan ajetreadas ... pero ¿puede que nos atraiga un poco? ¿Anhelamos acaso, aunque nos cuesta admitirlo, la sencillez de las vidas del Koala y de la Laura?

¿Es posible que nos hayan fallado las relucientes y parpadeantes promesas de felicidad del "Mundo Feliz" de Consumismo?

Y si lo que realmente me llenara al final fuera un "corrá", y no un flamante Audi TT. ¿Y si...?

Como dice mi Mejor Amigo:

"La vida de un hombre no consiste en la cantidad de sus posesiones."

Hay más, mucho más. De una manera indirecta, suave (y con gracia), nuestros poetas contemporáneos insisten en recordárnoslo.