La celebración del nacimiento de Jesús se acerca, como siempre acompañada por el tremendo ruido comercial.
Como comentamos a fondo el año pasado en la serie "Belenes falsificados", mucho de lo que se nos vende en esta época del año no tiene nada que ver con la historia real, ni con la promesa
de Su Venida.
Los mercaderos la retuercen y reinventan por motivos de sus propios fines de lucro; pero la Religión también. Queda absolutamente perdido - en medio de tanto ruido y ritual - ese Mensaje tan esperanzador y personal.
La noche en la que se anunció, llegó acompañado por seres extraterrestres gloriosos, según nos cuenta El Libro Mágico de mi Maestro... pero desde entonces es un Mensaje cuya fuerza brilla en medio de su debilidad.
Nos llega en medio del silencio de una noche de nieve en la que no se oye nada más. El viento nos lo susurra.
No hay muchos que lo escuchan ... ni que lo quisieran escuchar.
Se pierde facilmente entre las cenas de Navidad, los miles de regalos, el reclamo de neón de los mega-espectáculos televisivos.
Pero allí está, silencioso, tierno...
tan débil pero tan poderoso a la vez:
te quiero. hay esperanza.
me puedes llegar a conocer... personalmente.
te daré un nuevo comienzo, una nueva vida.
vamos a olvidarnos del pasado. te perdonaré.
he venido a Belén, para trazar una ruta hacia el Calvario,
hacia la Cruz.
he venido por ti.
ven a mi. te quiero.
sígueme...
While You Were Sleeping · Casting Crowns
¿Y de qué me tiene que salvar?
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