26 agosto 2007

Y ahora, de luto...



Oh Hyderabad.

Tan sólo un día después de dejar tus calles y despedirnos de tus gentes tan abiertas y cálidas, nos encontramos llorando por ti.


A fecha de hoy, 44 muertos y unos 60 personas gravemente heridas como consecuencia de las bombas que explotaron ayer en medio de la ciudad... Un final trágico y amargado de un viaje inolvidable.

Cuánto lo sentimos. Cuánto quisiéramos consolaros.


Vídeo de la noticia en CNN+IBN India

Crédito foto: STRDEL/AFP/Getty Images

3 comentarios:

  1. que mal, que impotencia, cuanta pena...

    Lamento mucho que eso haya ocurrido, hay que tener fe en que algún día todo eso acabará.

    Saludos.

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  2. Sí, Cristóbal, así es. Nos sentimos tantas veces tan impotentes. Y surgen otras dudas también que menciona mi amigo Félix en su blog:

    ***

    "No es posible ser cristiano y no sentir una justa ira por tanta maldad, sufrimiento, crueldad e injusticias que tienen lugar en nuestro mundo. Miramos alrededor y hay tantas constancias y evidencias de ello. Vemos como aquellos que hacen el mal, que son injustos, que oprimen, que no tienen en cuenta las necesidades y derechos de otros prosperan continuamente y a nadie, a pesar de tantas declaraciones rimbombantes, parece importarle.

    El creyente se plantea qué hace Dios al respecto, por qué no interviene, por qué no da su merecido al culpable, al malvado, al injusto y al opresar. No es difícil sentirse desanimado ante este silencio de Dios.

    Hoy al leer el Salmo 37 he encontrado un claro mensaje de parte de Dios, no te enojes por causa de los malvados, confía en el Señor y haz lo bueno, pon tu vida en las manos del Señor, guarda silencio ante el Señor.

    Dios no es ciego ni sordo ante el clamor del pobre y el desvalido y como afirma la Biblia, no tendrá por inocente al culpable. Su Palabra afirma que llegará el día en que cada uno recibirá según lo que merece. Es una esperanza para mí saber que habrá un día en que ninguno de nosotros podrá evadirse de la justicia de Dios y que el clamor del pobre, oprimido y desvalido, finalmente será escuchado. Mientras tanto, sigamos haciendo el bien y reflejando así el carácter de nuestro Padre.

    ***

    ¡Un abrazo amigo!
    Paul

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  3. Muy ciertas las palabras.

    Sigamos luchando en contra de todo eso... por el bien de todos nosotros.

    Un abrazo!

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