Hace casi una semana te mataron en Afganistan.
Te mataron por amar. Por soñar. Y por actuar.
Te mataron por amar. Por soñar. Y por actuar.
Por no sólo hablar sobre el amor de Jesucristo. Sino, por haberte organizado. Por haber "arrastrado" a 22 personas más contigo...
Al borde de la locura... de amar.
Fuiste a Afganistan para ayudar, para sanar y para ministrar. Aportando esperanza, vida y luz.
El pasado miércoles te encontraron muerto,
fusilado 10 veces.
fusilado 10 veces.
Y hoy, los talibanes, tan "religiosos", tan cegados por su fervor fanático, han matado a otro más de tus compañeros.
Siento mucho dolor, hermanos mios.
Siento mucho dolor, hermanos mios.
Pero gozo también... y orgullo ... por vuestro gran ejemplo. Por vuestro coraje y vuestra capacidad de vivir el amor tan plenamente en nuestros tiempos. Y por amarles a todos - hasta a vuestros enemigos.
Erasmo de Rotterdam fue bien sabio al creer como aberración el fanatismo exacerbado...
ResponderEliminarEse hombre murió por ser una buena persona, injustamente en manos de aquellos que no comprenden.
Las luchas son constantes entre esos que tienen los ojos cerrados y no piensan abrirlos.
Me tomó un tiempo visitarte de nuevo, pero heme aquí, con una nueva lucha que te invito conocer en http://cristobalstolen.blogspot.com
para que te des cuenta de otras injusticias.
Un gran abrazo!
Gracias por tu comentario Cristóbal.
ResponderEliminarSigo "remando" aquí en la agencia, con 2 días hasta las benditas vacaciones, y con una lista bastante imponente con cosas de hacer aún.
Pero tranquilo, esta noche libraré tiempo para visitarte en tu blog y comentarlo. Espero que estés bien!
Un fuerte abrazo,
Paul