Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo."
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen...
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.
Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.
El Libro Mágico de mi Maestro
"El Cuento del Embustero", capítulos 5 y 7
La verdad es que nuestras pulsiones básicas nos llevan a odiar antes que otra cosa. Lo malo es que los gobiernos, que se supone que están por encima de nosotros y deberían ser los que nos llevaran por el mejor camino, son los que más bajo caen solo por conseguir más votos y mayores cotas de popularidad.
ResponderEliminarEs triste.
Sería tan fácil que el mundo fuera un poco mejor si se hicieran las cosas simplemente bien y si fuéramos tan solo buenos...